jueves, 17 de diciembre de 2015

Sint (Holanda, 2010)

Se acercan las fiestas, una muy buena oportunidad para ir calentando motores y ver alguna peli tematica.

Hoy vamos a hablar de Sint (Saint): Pelicula holandesa del año 2010, escrita y dirigida por Dick Maas y protagonizada por Huub Stapel, Egbert Jan Weeber y Caro Lenssen entre otros.

En Holanda, la llegada de Santa Claus se vive en forma diferente a lo que estamos acostumbrados en paises Latinoamericanos. De hecho, sus niños creen en San Nicolás (Sinterklaas) una especie de Papá Noel, un hombre muy mayor y muy bondadoso que luce ropa de obispo y una larga barba blanca. Sinterklaas desembarca en tierras holandesas a mediados de noviembre acompañado por ayudantes de raza negra (los llamados Zwarte Pieten o Pedros Negros) montado en un caballo blanco en lugar de trineo con renos (los duendes tambien brillan por su ausencia).

Este "Santa" diferente al que conocemos, llega para repartir regalos a todos los niños que se han portado bien durante el año.


Pero que pasaria si todo esto es un lindo cuento para niños y la realidad fuera otra ?


Que pasaria si en realidad San Nicolas fue un ovispo loco y asesino que cobraba altos impuestos a su pueblo, robaba, secuestraba y hasta asesinaba gente ?


Parece que la maldad de este obispo se terminó cuando un 5 de diciembre, el pueblo cansado lo prendió fuego junto a sus secuaces.





Alli comenzó la maldición, y con el correr de los siglos, cada 5 de diciembre de luna llena Sinterklaas regresa mas y mas cabreado y junto con sus secuaces vuelve para tomar venganza regando de sangre todo Amsterdam.

Sint representa un curioso regreso al cine de terror, el film fue integramente realizado por uno de los escasos directores holandeses que se ha arriesgado sin prejuicios con el género. Como bien dijimos antes, estamos hablando de Dick Maas, un cineasta con clara vocación comercial y cuyos productos siempre han tenido los tres ojos puestos en la internacionalización. No en vano es responsable de la película de terror holandesa más exportable: Amsterdamned (1988), cinta que merece una revisión aunque solo sea por lo extraño de su desarrollo. Pero esa capacidad para crear obras terroríficas aptas para un público variado no se detiene aquí, Maas está detrás de otra "obrita" menor, pero nada desdeñable, como El Ascensor (1983) y la infame saga cómica de Los Flodder, un raro subproducto de campesinos holandeses conocido a lo largo y ancho del planeta.



Como ven, estamos ante una figura peculiar por su tendencia natural a realizar malabarismos tanto en el genero de terror como con la comedia, incapaz de olvidar que el cine es negocio y que la patria vive en la sangre: creo que es destacable la influencia de los paisajes urbanos de Ámsterdam dentro de su filmografía, y Sint no es una excepción, es más, la famosa ciudad holandesa se convierte en parte integral de su avance siendo el “personaje” más destacable junto a su San Nicolás zombificado. Tampoco es un dato menor que el propio Maas se encargue de la redacción del libreto, de la banda sonora, de producir y de muchas cosas más; dándole esa obsesión por el control total de su obra.

Su regreso, tras años dando tumbos en proyectos intrascendentes, si bien no supone una salida triunfal por la puerta grande, representa una alegría y un raro divertimento para los aficionados descerebrados y más apegados a lo que sería la serie B clásica con claras influencias de “la era del video club”. Producto de consumo rápido que se nos vende como una comedia negra cargada de gore y humor ácido pero que finalmente se queda en una película de terror adolescente marcada por importantes altibajos en su ritmo.

No obstante, se destaca la realización cuidada de Maas, muy enfocada de cara a la galería; entendiendo el cine de terror como un entretenimiento sangriento alejado de conceptos trascendentales o lecturas idólatras. Porque donde Sint se destaca, y únicamente lo hace en estos momentos, es cuando se centra en representar gráficamente los asesinatos y horrores que trae, cual presentes navideños, nuestro macabro “Papá Noel”; atrocidades hilvanadas a través de los consabidos interludios, bastante descafeinados y caóticos, protagonizados por jovenes adolescentes (las chicas, todas hermosas), un detective atormentado y policías incrédulos en demasia. Y aunque se deje notar el humor ácido que tanto se ha publicitado, o bien no funciona o está tan plagado de tópicos (atención a ese final “raro”, ¿alguien se ha reído?) que de previsible aburre.



“Sint” (“Santo” en holandés) se titula la cinta que nos ocupa, en clara referencia a su figura principal: “San Nicolás”, que como muchos sabran es parte fundamental, y origen, del mito de “Santa Claus”.
Maas reinterpreta la leyenda aportándole los ingredientes necesarios para justificar la creación de una cinta de terror a la antigua usanza.
El film cuenta con una breve escena de persecución bastante bien realizada y que entretiene bastante, gracias a un puesta en escena hábil y unos efectos especiales que comúnmente destacan para bien. Aunque hay una realidad: Sint funciona porque el diseño de los malos ha dado en la tecla. Algunos detalles de producción sufren altibajos constantes: ocasionalmente la dirección parece del propio David DeCoteau y, sin embargo, en otras es espectacular (atención a la persecución que se marca Sint Niklas y su séquito de raperos… digo de “hombres negros”). Altibajos extrapolables a la música, la fotografía y hasta decorados.

Por todo lo comentado cuesta recomendarla al 100%, e imposible definirla como una buena película; pero tiene algo: un desenfado, un malo cabrón al que se echa de menos en más escenas y eso que él y su “troupe” dejan victimas por doquier (decisión argumental acertada porque la dosificación de su figura la hace más especial), una ambientación interesante (gracias a la de por si interesante Ámsterdam), la dosis suficiente de burradas y algún toquecillo de humor (anticristiano, por supuesto). La actuaciones, de regulares a malas, pero que nadie se deje engañar, el regusto agridulce es la sensación que nos deja al concluir su metraje.


En su sentido más amplio sería imposible aprobarla abiertamente, pero su misma superficialidad la hace apetitosa desde el primer momento. ¿Qué más dan sus fallos arguméntales? Estamos ante una pelicula de serie B, y el séptimo arte se pervierte para un divertimento que hará las delicias, sin duda, de los afortunados que la puedan visionar en pantalla grande (y aquellos que la vean en el living de su casa, pasaran un momento entretenido de todas formas) sin mas pretenciones, obviamente !!

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